Luego de tres jornadas a pura música, el megafestival dejó momentos únicos e imborrables que quedarán para siempre en la memoria de los fanáticos
Después de tres días cargados de deslumbrantes shows, sueños cumplidos y cruces épicos, la novena edición de Lollapalooza Argentina llegó a su fin. El evento que celebró la música y el arte reunió figuras de todo el mundo y destacó artistas nacionales. Con cuatro escenarios y diversos géneros musicales, el festival movió valores, pasiones y movilizó una marea de fanáticos que, como cada año, convirtió al Hipódromo de San Isidro en una ciudad de la música. Con todo ese panorama, las jornadas dejaron momentos únicos e imborrables que quedarán para siempre en la memoria de los fanáticos.
El guiño de Blink-182 a Argentina
Uno de los más recordados será, por supuesto, el show de Blink-182. La banda integrada por Mark Hoppus, Tom DeLonge y Travis Barker debutó en el país después de 30 años y trasladó a miles de fanáticos a su infancia y adolescencia. Con la nostalgia punk como bandera, el grupo hizo un repaso por sus mejores hits y causó el delirio de la gente. Ese mismo día, el predio había sido inundado por todo tipo de remeras, gorras y demás prendas con el logo de la banda. Ese mismo fervor se hizo sentir al momento del show cuando la multitud estalló en un pogo épico.
De igual manera, sobre el escenario, los artistas también conectaron con la gente y con las costumbres nacionales. De hecho, esto se vio al inicio del show cuando Mark Hoppus tuvo un gesto que enloqueció a todo el público: “Hola, nosotros somos Blink-182, primero que nada gracias, segundo, Francia. No primero, segundo Francia”. En uno de los pasajes del show Mark Hoppus presentó uno de los temas que más agitaría a la gente: “A mi me dijeron que Argentina era la multitud que más fuerte cantaría la siguiente canción y espero que sea verdad, el coro dice ‘olé, olé, olé’. Espero que sepan las palabras”, dijo para dar paso a ‘Dance with me’.
El homenaje de Arcade Fire a la cultura local
Ese mismo día había sido el turno de Arcade Fire en el escenario Samsung. Ante una marea de gente, el grupo indie rock de Canadá repasó lo mejor de su discografía. Uno de los momentos más destacados del show fue cuando la banda subió al escenario a Javiera Parra. La chilena fue invitada al escenario para cantar “Gracias a la vida”, la canción que inmortalizó Mercedes Sosa y que fue compuesta por Violeta Parra, su abuela.
Sam Smith y un glamour cautivante
Durante la segunda jornada, el público argentino quedaría asombrado ante la precisión sonora, el glamour y la fantasía que Sam Smith propondría. El artista bañó al público con toda su música electropop y sus baladas descorazonadoras. No por nada es considerado el nuevo divo del pop. Dueño de un histrionismo único, y un humor particular, la personalidad del cantante cautivó a la gente a lo largo de todas sus canciones.
Entre vistosos y llamativos cambios de vestuario, el artista hizo delirar a la gente. Incluso en medio de un percance que tuvo cuando se le rompió su pantalón. Lejos de ocultarlo, con algo de vergüenza y humor, el artista no lo dejó pasar y causó risas entre toda la gente evidenciando su blooper. Luego seguiría el guiño del músico a la Argentina. Tras una breve pausa salió a escena con la camiseta de la Selección de las tres estrellas y el parche de campeón del mundo. Entre gritos y cánticos, la multitud celebró el gesto.
La atrapante voz de SZA
Con un fervor parecido, al punto de que algunos fanáticos exhibían posters de la artista como si fuera la Virgen María, SZA fue la encargada de cerrar la segunda noche. Uno de los momentos más especiales fue cuando Solána Imani Rowe interpretó su éxito “Kill Bill”. Siguiendo con la línea de la canción, la joven utilizó un machete en su performance. Además, la cantante conectó con el público cuando habló en español. “¿Cuál lado es más alto? ¿Cuál lado llega más alto? ¿Este lado? No lo sé, ¿están seguros? ¿Este lado? Pueden hacerlo mejor”, decía la cantante jugando con el grito de la gente.
El pogo multitudinario de Limp Bizkit
El primer peso pesado del domingo fue Limp Bizkit. Con algo de nostalgia y adrenalina acumulada, los fans estallaron con los hits nu metal de la banda norteamericana. Prueba de esto fue el gigantesco y furioso pogo que se vivió en el cierre de su recital.
Feid y su show de drones
A diez años de la primera edición del festival en el país, el encargado de culminar la fiesta fue Feid. El cantante colombiano, también conocido como Ferxxo, puso la mirada de la gente en el cielo gracias a su show de drones. Mientras el campo estaba repleto de fans con prendas de color verde, el cielo se iluminó con 160 drones que formaron los lentes característicos del cantante con las letras Fer y xxo en cada lado.
Este juego se complementaba con la música del artista, ya que los drones creaban una figura en relación al tema que sonaba en ese momento. De La Ghetto, que acompañaba al colombiano, expresó ante la gente: “El primer latino reggaetonero headliner de Lollapalooza”. Así las cosas, en medio del clásico canto argentino, “olé, olé, olé, Ferxxo, Ferxxo”, Feid abrió su corazón y le dijo a la gente: “Ey amor, de verde que hijue pu..aguante, que chimba mola, la estamos pasando hijue pu… Muchas gracias de todo corazón por cantar sílaba por sílaba ahí con el Ferxxo. Es muy importante que ustedes estén aquí amor. Todos soñamos con este momento, yo sé que hay mucha gente aquí que m escucha hace muchos años, mucho mucho tiempo, estoy seguro. También estoy seguro que hay gente que me empezó a escuchar hace seis, meses, un año, pero yo sé que todos querían lo mismo, así que muchas gracias Argentina de todo corazón. Por venir, por cantar, por dejarla toda, por pasarla cabrón, por pasarla chimba”.
Con el show llegando a su final, en medio de un llamativo juego de luces, serpentinas, papeles y fuegos artificiales, Feid se despidió de Lollapalooza y sostuvo: “Muchas gracias Argentina, Dios los bendiga amor. Gracias por pasar esta noche con el Ferxxo. Y acuérdense que el Ferxxo no se le dedica a cualquiera”.