“Un paro que es a base de piedrazos, de extorsión y de amenazas, no es un paro”, afirmó el vocero presidencial.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó estej jueves que el paro convocado por la CGT es “inentendible si uno busca una explicación por fuera de lo político” y “atenta contra el bolsillo y la libertad de la gente“, y consignó que se registraron casi 2 mil llamados a la línea 134 para denunciar extorsiones, además de agresiones a colectiveros y “fuerzas de choque sindicales” que intentaron bloquear el ingreso a fábricas.
En su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, el funcionario sostuvo que la medida de fuerza fue impulsada por “los mismos personajes que viven del esfuerzo de los demás” y que “cercenaron el progreso de la Argentina durante los últimos 25 años”, pero resaltó que “lo importante es que cada vez son más los que deciden trabajar y entienden esta manera como la única de forjar su futuro”.
En este marco, el portavoz apuntó: “Un paro que es a base de piedrazos, de extorsión y de amenazas, no es un paro. Estamos viendo las consecuencias de un esquema sindical que claramente ha quedado en otro tiempo”.
“Hubo esquinas donde colectiveros fueron agredidos a piedrazos y donde pincharon cubiertas con clavos, y hubo fuerzas de choque del sindicato de camioneros evitando que los trabajadores puedan ingresar a las fábricas en Pacheco, San Lorenzo y San Martín”, agregó.
En el inicio de su declaración ante los periodistas acreditados en Casa de Gobierno, Adorni agradeció a los argentinos “que están prestando servicios y también a los que, queriendo ir a trabajar, no lograron hacerlo porque no los dejaron”.
En esa línea, precisó que en las últimas 24 horas, se recibieron 1.932 llamados a la línea 134, abierta por el Gobierno para denunciar extorsiones. Desde que se habilitó, añadió el funcionario, llegaron a esta línea 138.466 denuncias.
“Hay dos Argentinas. Lo importante es que cada vez son más los que deciden trabajar y entienden esta manera como la única de forjar su futuro”, destacó Adorni, quien aclaró que el protocolo antipiquetes está vigente “para hacer cumplir la ley y las fuerzas federales están custodiando los edificios y rutas y se ha dado la orden de que estén preparados, con todo su equipamiento, para actuar en caso de ser necesario”. Vale mencionar que la CGT no convocó a una movilización.
Consultado sobre si se sintieron “traicionados” por la CGT, dado que la conducción de la central sindical anunció la medida de fuerza un día después de reunirse con funcionarios nacionales en Casa de Gobierno, el vocero dijo: “No nos sentimos traicionados, pero creo que sí están traicionando a los trabajadores”. “A los que perjudican son a los que más necesitan trabajar y los que necesitan tener su día lo más normal posible. Así que lo que están haciendo es un atentado contra el bolsillo y contra la libertad de la gente”, agregó.
“El paro de la debilidad”
Más temprano, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó la medida de fuerza como “el paro de la debilidad”, a propósito de las denuncias de extorsiones y las agresiones que se registraron durante la madrugada y las primeras horas de la mañana de este jueves.
Entre otras medidas, el Gobierno dispuso descontarles el día a los trabajadores estatales que adhieran al paro y el día de subsidios a las empresas de colectivos que no presten el servicio. Según datos oficiales, hay más de 2300 unidades en la calle, lo que representa un 40% de las que circulan en un día normal.
La CGT realiza hoy el segundo paro contra la gestión del presidente Javier Milei y en rechazo a la Ley de Bases y el Paquete fiscal, girado al Senado tras la media sanción que obtubo