En la actualidad, la empresa es propiedad del fondo fiduciario estatal y de la provincia de Mendoza.
En los próximos días se espera que la empresa metalúrgica IMPSA tenga nuevo propietario después de tres años de administración estatal. En caso de que se concrete, la operación significará la primera privatización de la presidencia de Javier Milei.
Con más de un siglo de trayectoria y reconocida por su exportación de tecnología, IMPSA enfrenta actualmente una deuda cercana a los 500 millones de dólares, de los cuales 300 millones se deben a impagos por parte de Venezuela.
Se prevé que la empresa estadounidense ARC Energy, especializada en equipamiento para los sectores de oil & gas, sea la nueva propietaria. La presentación de su oferta podría concretarse en breve, lo que abriría un período de dos meses durante el cual otras ofertas podrían ser recibidas y mejoradas.
IMPSA, fundada en 1907 por la familia Pescarmona, emplea a unos 700 trabajadores altamente capacitados, un activo importante para cualquier comprador. No obstante, la compañía enfrenta el desafío de su considerable deuda, que los futuros propietarios deberán renegociar con los acreedores.
Actualmente, el 63,7% de las acciones de IMPSA son propiedad de un fondo fiduciario estatal (FONDEP), bajo la supervisión de la Secretaría de Industria, mientras que el 21,2% pertenece a la provincia de Mendoza.