Los precios subieron un 4% como compensación por la devaluación y la otra mitad a la recomposición de precios producto de la inflación.
El Gobierno oficializó el martes la postergación de la fecha en la que tendrá efecto la suba al Impuesto a los Combustibles. Sin embargo, las petroleras subieron un 4% los precios en las primeras horas del miércoles y esta medida, según confirmaron fuentes del sector, se debe a una compensación por la devaluación y la otra mitad a la recomposición de precios producto de la inflación.
De esta manera, en CABA los precios de la nafta super pasaron de los actuales $837 a unos $870, mientras que la premium avanzó de $1.033 a $1.074. Por su parte, el gasoil común trepó de los $883 a un valor cercano a $918 y este tipo de combustible en su variante premium escaló de los $1.123 a $1.167, tomando en consideración los valores más económicos del mercado.
Sin embargo, en todas las provincias el costo de los combustibles varía de acuerdo a la bandera y la zona geográfica. Como ejemplo, en la provincia de Buenos Aires (del otro lado de la General Paz) el combustible cuesta más caro por las tasas municipales que cobran las intendencias.
Cabe destacar que, previamente a que se postergue la suba del impuesto, la suba de precios del combustible se estimaba en 8%.
De todas maneras, más allá de las diferencias de precios, todas las provincias del país vienen sufriendo fuertes aumentos en las bocas de expendio. Incluso, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper en CABA trepó de $163,10 a $744, con lo que registró un incremento total del 356,16% en ese período frente a una inflación de por lo menos 68 puntos porcentuales menos.