El hombre se declaró culpable de todos los cargos de agresión sexual a Gisèle Pelicot y de haber organizado una red para concretar estas violaciones.
Dominique Pélicot, el acusado de entregar a su mujer para que la violen decenas de hombres, aseguró que es “un violador” al igual que el resto de los imputados y señaló que su ex esposa “no se merecía” el calvario que sufrió durante una década.
El jubilado, de 71 años, dijo que “todos sabían” que Gisèle Mazan había sido drogada para que después sea ultrajada entre los 51 acusados en la vivienda familiar de la damnificada (Vanclouse).
El principal acusado intervino por primera vez sobre el asunto desde la apertura de este emblemático juicio por violencia sexual y sumisión química en Aviñón, el pasado 2 de septiembre.
“Todos sabían el estado de ella desde antes de su llegada, lo sabían todo, no pueden decir lo contrario (…) Vinieron a buscarme. Me lo pidieron, dije que sí. Aceptaron, vinieron. No esposé a nadie para obligarlos a venir a mi casa”.
Gisèle Pelicot fue drogada sistemáticamente por su entonces marido durante al menos una década, quien contactaba hombres para que la violaran y grababa los crímenes. De 70 personas involucradas, unos 50 acusados pudieron ser identificados en un período de 2 años.
La denunciante, que renunció a su derecho legal al anonimato y expresó su voluntad para que el juicio sea público para alertar por las violaciones a través sumisión química, declaró para La Provence: “Gracias a ustedes tengo la fuerza para dar esta batalla hasta el final. Dedico esta lucha a todas las personas, mujeres y hombres, en todo el mundo, que sufrieron violencia sexual. A todas estas víctimas, quiero decirles hoy: Miren a su alrededor, no están solos”.