En los últimos días, se constató que en mayo la venta de combustible cayó 8% en forma interanual, de forma que suma seis períodos consecutivos con resultados negativos.
Desde el 1 de julio, el precio del litro de nafta aumentaría al menos un 18% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y un 16% en Córdoba si el Gobierno no pospone el incremento del 115% en el impuesto a los combustibles.
De acuerdo con un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la suba del impuesto a los combustibles “en línea con recuperar el valor real atrasado” fue definida en cuatro etapas, según el decreto N° 107/24 a fines de febrero.
El 28 de mayo, el Gobierno publicó el decreto N° 466/24 y modificó la secuencia, estableciendo que a partir del 1 de julio se realicen las actualizaciones por la inflación del cuarto trimestre del año 2023 y del primer trimestre del 2024. De esta manera, en julio el tributo tendría un incremento de alrededor del 115%, pasando de $143 hasta $306 por litro. Si se traslada a pleno la actualización del impuesto, el valor del litro de nafta súper en CABA pasaría de $905 a $1.068 (+18%), mientras que en la ciudad de Córdoba lo haría de $1.046 a $1.209 (+15,6%).
En mayo, la venta de combustible al público en todo el país cayó un 8% en forma interanual, sumando seis períodos consecutivos con resultados negativos, según un estudio privado de la consultora Politikon Chaco. No obstante, se verificó una mejora del 8,5% con relación a abril. El volumen total expendido ascendió a 1.406.758 metros cúbicos entre naftas y gasoil.
En referencia a los volúmenes, “las naftas exhibieron una baja del 7,7% interanual con marcada disparidad según el segmento: las ventas de nafta súper cayeron un 3,0% interanual, pero las de naftas Premium lo hicieron en un 21,0%“, precisó el informe.
