MÁXIMO THOMSEN ROMPIÓ EL SILENCIO: “PARTICIPÉ, LE PEGUE A FERNANDO BAEZ SOSA, PERO NUNCA QUISE QUE TERMINARA ASÍ”

El rugbier condenado a prisión perpetua por el crimen relató cómo fueron las horas previas a ingresar al boliche Le Brique, cómo organizaron las vacaciones a Villa Gesell y su recuerdo de la noche del crimen.

Máximo Thomsen rompió el silencio que todos los sentenciados por el crimen de Fernando Báez Sosa habían decidido mantener desde su detención. Hoy con nueva defensa, encabezada por el abogado, Francisco Oneto -luego de Hugo Tomei, quien se desempeñó en la defensa de todo el grupo de jóvenes- lleva adelante una estrategia para solicitar que se revierta su condena a prisión perpetua por la causa.

Por primera vez en una entrevista televisiva para Telenoche, y en un diálogo mano a mano con el periodista Rolando Barbano, el rugbier de 24 años acusado, habló por primera vez y contó cómo fueron las horas previas a ingresar al boliche Le Brique, cómo organizaron las vacaciones a Villa Gesell y su recuerdo de la noche del 18 de enero de 2020.

“Jugaba al rugby en el Club Atlético San Isidro, entrenaba dos veces por semana. Había arranacado el profesorado de Educación Física. En el verano no entrenaba ni cursaba, trabajaba con mi papá haciendo riegos”, manifestó. Ante la pregunta de si el deporte incrementaba más violencia, respondió que hasta entonces no le asignaron ninguna sanción. “La violencia en el rugby es cero”, sostuvo, considerándola algo social. “La violencia siempre trae más violencia”, añadió.

Al relatar la sucesión de hechos previos a ir a bailar, reconoció que consumieron alcohol: “Yo no consumo drogas pero tomaba mucho alcohol. No lo hacia seguido pero cuando lo hacía, era en exceso. Ahora no lo hago pero en ese momento, sentía que me divertía así. Para salir, la necesidad era algo para poder soltarme”.

La noche del crimen

“La primera noche, nos juntamos con unas chicas de Zárate y no pudimos salir y nos quedamos en la casa. A las cinco o seis, nos emborrachamos y nos fuimos a dormir.Al otro día, nos levantamos a las dos de la tarde. Comimos unos panchos y nos fuimos a la playa del centro. En la heladerita llevamos seis botellas de Fernet y cuatro botellas de vodka Smirnoff. A las siete, decidimos ir a comprar las entradas y ya estábamos borrachos. Cuando compro las entradas, mandé un mensaje al grupo, fui a la casa. Habíamos hecho fideos con tuco y nos pusimos a comer. Habíamos hablado con unas chicas de Zárate para la previa”, recordó.

“Empecé a pegar patadas al aire. Después me enteré que le había pegado a Fernando. Es algo que pasó. No me voy a esconder. Quise contar todo pero no me dieron oportunidad. Nos decían que no, que era contraproducente”, Máximo Thomsen.

Estando dentro del boliche, aseguró que se acuerda de estar de espaldas a la pista cuando alguien “se me cae encima”. “Era Matías (Benicelli), que se había agarrado la cara. Y me dijo que le habían pegado. Un seguridad lo agarró del cuello y le dije que por favor lo baje. Después supe que Fernando Báez Sosa le había pegado porque Matías lo estaba separando de otra persona que nunca vi. Se ve que cuando lo quiso separar, le puso una mano en el pecho y Fernando  se enojó. Dijeron que nos peleamos en el boliche pero yo nunca peleé en el boliche”, señaló. 

Entonces fue cuando el personal de seguridad los sacó. “Me estaban asfixiando, me pegaron en las costillas y en la cabeza”, relató, y desmintió que el gesto que una cámara lo capta hacer no fue una amenaza para Fernando.

Una vez afuera, reconoció que comenzó otra pelea, que “es la que filma Lucas (Pertossi)”. “Después nos reunimos. Entonces me dicen ‘ya fue, vamos’. Entonces escucho a uno que dice ‘es ese y un amigo se mete en una ronda de ocho personas. Porque el pibe estaba haciendo burla, era Fernando. Yo empecé a pegar patadas al aire. Después me enteré que le había pegado a Fernando. Es algo que pasó. No me voy a esconder. Quise contar todo pero no me dieron oportunidad. Siempre nos decían que no, que era contraproducente. Yo quería contar que había sido partícipe pero que no tenía intención de que pasara esto”, indicó al tiempo que marcó a Enzo Comelli como el responsable de la primera piña.

“Es difícil. Es un cargo de conciencia importante porque cuando uno no lo busca, no espera estas consecuencias. Es una persona, igual que nosotros, con las mismas ideas, joven. Cargar con la conciencia de que sí fue culpa nuestra, mía también. Podemos ser buenas o malas personas pero ninguno quiso que esto pasara. No por estar acá dentro, sino porque es una vida y nadie es quien para quitársela a otra persona”, sostuvo, y añadió: “Quiero que nos culpen por lo que pasó no por lo que dicen que pasó. Participé, le pegué (a Fernando) pero nunca quise que terminara así”.

-“¿Te sentís asesino?”- le preguntó Barbano. “Es una palabra muy fuerte. Pensar que te están comparando con gente que entra acá y lo cuenta como algo normal. A mí me llaman de la misma manera y yo no quería que pasara esto”, contestó.

“Es como le dije a la asistente social el primer día: si pudiera volver el tiempo atrás, regresaría para que nadie perdiera una vida. Es lo único que quisiera”, dijo entre lágrimas. Así concluye la primera parte de la entrevista que continuará este miércoles 29 de mayo.

Thomsen transita su sentencia a prisión perpetua el penal de Melchor Romero. La misma pena que comparten con Matías Benicelli (quien también cambió su defensa), Enzo Comelli, Ciro y Luciano Pertossi, mientras que Ayrton Violaz, Blas Cinali y Lucas Pertossi fueron condenados a 15 años.